Travesía en Dubai...

Y ahora lo prometido:
Dubai

Al fin llegué a Dubai, tarde se me hacía para estar en ese paraíso que tanto me habían platicado. Desde el aeropuerto se empieza a ver el lujo y derroche de dinero, un aeropuerto hermoso, con muchos cristales y una arquitectura modernista. Gente de todas partes del mundo, árabes, hindúes, asiáticos, etc. El personal de migración, está integrado por hombres árabes, ataviados en sus típicos trajes blancos, con sus turbantes igualmente blancos, sostenidos por un círculo doble negro en la cabeza, que los hace ver elegantísimos. Muy amables, un trámite rápido con la visa y revisión del pasaporte y eso es todo. A disfrutar de la estancia.

Todo se hace en taxi, el idioma oficial es el árabe, los números son los que conocemos, no hay el problema de Irán, la moneda es el Dirjam que corresponde aprox. 10 dirjams = 2.7 dólares. La vida en general es más cara que en México, en especial los hoteles. En el trayecto, se observa una ciudad modernista, con muchos rascacielos con estructuras arquitectónicas de estilos poco comunes, de diversas formas, algunos unidos entre ellos, otros circulares, en espiral, rectangulares, en fin, las fotos les dirán más. Las estaciones de metro son ovaladas, con muchos cristales y todas ellas en alto, hay que subir una escalera correspondiente a un piso. Los restaurantes muy variados un estilo americano, mucha gente habla inglés en toda la ciudad, por lo que la comunicación se facilita.

Los hoteles así mismo están equipados con todas las comodidades y acabados de lujo, cuartos muy amplios y con vista al mar la mayoría de ellos. Torres muy elevadas y entre más alto, la vista es mejor tanto de día como de noche.

Al dìa siguiente de nuestra llegada, queríamos ir de compras, pues después de estar en Iràn un mes, ya dan ganas de ver algo occidentalizado y curiosear en las tiendas. Dubai es un lugar muy americanizado, pero diferenciado por la variedad de nacionalidades que se pueden ver, especialmente árabes ataviados en sus trajes blancos largos hermosísimos con su "secador" en la cabeza, unos blancos y otros en color rojo de cuadritos (igualito al que tengo en mi cocina…jajajajaja), paseandose en los Mall con 2 o 3 esposas, comprando artículos carísimos en Armani, Christian Dior, Luis Vuitton,etc, etc. Las mujeres ataviadas en trajes negros largos todas con la cabeza cubierta y algunas inclusive la cara, dejando ver exclusivamente los ojos y otras con la cara totalmente cubierta con un velo negro transparente que les permite ver como a través de un cristal polarizado. Los trajes están decorados con pedrería de diamantes o piedras preciosas de diversos colores en el velo, en las mangas y en la parte baja de su vestido, se ven realmente finos y elegantes y junto al árabe vestido de blanco es una combinación muy particular. Tomé algunas fotos que ya les mostraré.

Dubai es algo increíble, es inimaginable pensar que en medio del desierto se hayan construido esos desarrollos turísticos tan costosos y además se hayan fabricado islas con las formas y modelos característicos que hemos conocido a través de los medios de comunicación.

El mar tiene un color azul turquesa parecido al del caribe y el agua es transparente. El clima, por ahora muy agradable, entre 18 y 23 grados, perfecto para pasear, ya que en el verano, la temperatura sobrepasa los 45 grados y es imposible caminar por la calle más de 10 minutos.

También tuve oportunidad de estar en el desierto en un paseo (bastante turístico) pero eso sí, muy disfrutable. Ibamos en unas camionetas siempre a punto de voltearse en las dunas, a gran velocidad, mostrando la destreza de los conductores que logran hacer que uno entre en pánico. Después nos detuvimos para ver la puesta de sol en el desierto y jugar un poco con la finísima arena que con los rayos del sol toma unos colores rojizos hermosos. El viento volando la arena y formando pequeñas ondulaciones. Para rematar, una cena tipo árabe con panecillos y comida deliciosa, típicamente sobre alfombras, velas en las mesas y música árabe. No podía faltar la bailarina con su baile de los 7 velos… ese es otro tema que podré describir más adelante, porque obviamente tiene su especial encanto cautivador.

Al día siguiente subimos a la torre más alta del mundo, más de 800 metros Burj Kalifa, un espectáculo hermoso desde las alturas y la construcción en sí misma. Los elevadores van a una velocidad impresionante y se puede apreciar la ciudad con las construcciones y los edificios altísimos en pleno desierto.

No podía faltar la visita al acuario en donde pasas por el túnel de acrílico observando a los peces de todos tamaños y colores, toda una muestra de la ingeniería, oceanografía, arquitectura, etc. etc. que está ubicado en uno de los Mall más importantes de Dubai.

Muchas más cosas que comentar, las cuales tendré oportunidad de platicar más adelante.

¡Hasta la próxima!

Por: Rocío Arredondo.