Santiago de Compostela, la capital de Galicia, es un lugar al que cada año acuden millones de personas procedentes de todo el mundo, muchas de ellas tras recorrer el Camino de Santiago. Su Centro Histórico ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero éste no es el único motivo. Descubra aquí las principales razones para visitar Santiago:
Hablar de la capital de Galicia es hablar del Camino, una milenaria ruta de peregrinación que surgió en el siglo IX y que unió desde entonces este lugar con el resto de Europa. Cada año miles y miles de peregrinos se lanzan, bien a pie, en bicicleta o incluso a caballo, a vivir esta experiencia en la que se mezclan aventura y espiritualidad, y cuya meta final es la Catedral de Santiago, una de las ciudades santas de la cristiandad. Es sin duda, un viaje inolvidable y diferente por España.
Recorriendo el Camino de Santiago.
Una apasionante ruta por el norte de España y que llega hasta Santiago de Compostela, en donde te esperan monumentos, pueblos con encanto y una espectacular naturaleza…
Tienes que vivirlo, sobre todo ahora, que se celebra el Año Santo Compostelano. Aquí te damos a conocer todas la posibilidades para que realices el recorrido:
Puedes tomar el Camino Francés, que es la ruta más popular; comienza en los Pirineos y presenta dos variantes dependiendo del punto de entrada que se elija: Roncesvalles (por Navarra) o Somport (por Aragón). Ambos itinerarios se unen en la localidad de Puente la Reina, para atravesar después el territorio de La Rioja y Castilla y León en dirección a Galicia. Aquí puedes ver todo el Camino Francés y las diversas opciones para que disfrutes del recorrido.
La otra ruta es el Camino del Norte, que comenzó a ser utilizada por los peregrinos para evitar el paso por el territorio que ocupaban los musulmanes en la Edad Media. El paisaje es uno de sus grandes atractivos ya que buena parte del recorrido transcurre a lo largo de la costa, entre montañas y mirando al mar Cantábrico. Al llegar a Oviedo existe la alternativa de seguir por el Camino del Norte o hacer el Camino Primitivo. Aquí puedes conocer todos los detalles y opciones a tu entero gusto.
Te aseguramos que adentrarse en el Camino de Santiago es una aventura apasionante e inolvidable. Se trata de una manera distinta de conocer el norte de España a través de distintos itinerarios cuya meta es la catedral de Santiago de Compostela, en Galicia, donde se encuentra la tumba del apóstol Santiago. Esta red de caminos jacobeos fue declarada en 1993 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero, ¿por qué recorrer el Camino? ¿qué se ha planteado que tiene de especial este viaje por el interior de nuestro país? ¿por qué cada año atrae a miles de personas?
Los impulsos que mueven a cada peregrino a calzarse unas buenas botas, echarse la mochila al hombro y emprender la ruta son muy diversos. Hay casi tantas razones para hacer el Camino como personas recorren el trayecto. Lo que sí es cierto es que en la mayoría de los casos confluye una mezcla de reto personal, acercamiento a uno mismo, interés por la historia, el arte, la naturaleza y el deporte.
Muchos afrontan el Camino como si de una aventura se tratase. Y están en lo cierto, ya que no todos los años se recorren cientos de kilómetros a pie, en bicicleta o a caballo, por senderos que se adentran en parajes que desbordan naturaleza; por aldeas recónditas, casi perdidas, en las que parece que el tiempo se ha detenido. Cada día es diferente al anterior en esta larga travesía, que se puede realizar por tramos y que está perfectamente señalizada. Con apenas una mochila y un equipaje básico, el peregrino se enfrenta a las dificultades que le van surgiendo en el camino. Tras finalizar la afrenta y al llegar a Santiago todos coinciden en la misma idea: el esfuerzo ha valido la pena.
Acercarse a la naturaleza.
Hacer el Camino de Santiago supone penetrar en paisajes llenos de contrastes entre mesetas y montañas, entre prados y costas. Es una ruta en la que los espacios naturales se suceden sin pausa. Así, en el trayecto le aguardan parques nacionales y recursos ecológicos excepcionales, como las cumbres de los Pirineos; la ribera del Ebro y sus fértiles huertas; las grandes llanuras de Castilla y León, con sus campos de cereales; la ascensión a grandes puertos de montañas; y los pastos y prados verdes de Galicia o Asturias. Una naturaleza de gran belleza en la que el peregrino se siente plenamente integrado mientras continúa su ruta hacia la capital gallega. En estos escenarios de postal, el caminante logra una desconexión total con la rutina diaria. La mente se libera y sólo hay camino, naturaleza y reflexión.
Sentirse atraído por la cultura de España.
Casi cada recoveco de la ruta jacobea esconde una sorpresa en forma de arte, cultura y monumentos. A su paso se encontrará con catedrales, puentes, calzadas romanas, monasterios, palacios, mansiones señoriales, casas de arquitectura popular... miles de edificios de un valor incalculable. Además de conocer este rico patrimonio histórico, el Camino también brinda la oportunidad de participar de las fiestas, el folclore y gastronomía de la zona. Desde luego, ningún otro viaje permite un acercamiento tan intenso a la realidad de un lugar.
Encontrarse a uno mismo.
El Camino de Santiago tiene, para muchos, algo de místico. No en vano su origen es religioso: el culto al apóstol Santiago. En cualquier caso, muchos peregrinos se lanzan a realizar el camino movidos no sólo por esta devoción al santo, sino también por una espiritualidad que se manifiesta en la necesidad de saber más de uno mismo, de encontrar respuestas a preguntas y de hallar paz interior. Porque para muchos este recorrido por España se convierte, a la vez, en un viaje interno en el que uno aprende a conocerse mejor a sí mismo. Una experiencia que perdura con el paso de los años.
Conocer gente muy diversa.
Durante la ruta, el peregrino nunca se va a sentir un extraño. Va a conocer gentes hospitalarias, personas desconocidas que en ocasiones incluso son capaces de ofrecer sus casas para guarecer al viajero. En esta travesía, el caminante vive momentos únicos con peregrinos de todas las edades, llegados de diversas partes del mundo, en los albergues, en los senderos o en la carretera. Podrá hacer nuevos amigos y se va a enriquecer a nivel humano y personal.
Sean cuales sean los motivos, está claro que recorrer el Camino de Santiago es una experiencia gratificante. Te invitamos a que lo compruebes y a que te dejes atrapar por esa magia única que desborda este recorrido tan especial por el norte de España.
Donde la gastronomía es arte…
La gastronomía es de los principales atractivos de Santiago de Compostela. Marisco, buen vino, dulces, empanadas… la gastronomía es parte activa de la cultura de la ciudad. La oferta de restaurantes, tascas y mesones es espectacular, con precios adaptados a todos los bolsillos, y con el denominador común de la calidad. Aquí vas a comer mucho y bien. Prueba los productos de la tierra, especialmente el marisco, el pescado y la ternera. Sabores que te dejarán con ganas de repetir.
En Santiago los restaurantes se caracterizan por su magnífica relación calidad-precio. Te recomendamos los platos, elaborados con productos de la tierra muy frescos y tiernos.
En la capital de Galicia vas a comer con una oferta que es difícil de superar: desde selectos restaurantes hasta casas de comidas más familiares, tascas, tabernas y, por supuesto, marisquerías. Santiago te ofrece una cocina de calidad a todo tipo de precios. Por menos de 10 €, puede comer menús del día en multitud de establecimientos repartidos por todas sus calles. Y por unos 30 €, te esperan las mejores delicias de la tierra, con la ternera gallega y la casi interminable lista de mariscos como platos estrella.
Te recomendamos que te acerques hasta las rúas Franco y Raíña, en el corazón del casco antiguo, donde casi todas las puertas de los locales son restaurantes y bares, con unos escaparates repletos de platos y productos típicos.
Los establecimientos de comida tradicional y regional se sitúan no sólo en el centro histórico de Santiago, sino también en las zonas más alejadas como son el barrio de San Pedro, la rúa Travesa o el Ensanche, la zona nueva de la ciudad. Además de las tapas, las raciones y los pinchos, en las calles de San Clemente y Carretas, así como en el Ensanche y también en las afueras de la ciudad, te esperan lugares en los que podrás degustar las especialidades gallegas más elaboradas. Por otra parte, si te gusta la carne, asómate a cualquier churrasquería, muchas de ellas ubicadas en la periferia, donde no faltan las carnes a la brasa, los chuletones, los chorizos criollos y los churrascos. Ten en cuenta que, sobre todo los domingos, suelen llenarse de gente.
Prueba el pulpo a la gallega, la empanada, el caldo gallego, el cocido o el lacón con grelos. El marisco, así como el pescado, merecen una mención aparte. No te vayas de Santiago sin comer una buena mariscada: cigalas, langostinos, ostras, vieiras, almejas, centollos, nécoras… regados con vino de la tierra, como el Ribeiro o el Albariño.
Y por supuesto que no podemos dejar de mencionar a su gente… divertida, alegre y jovial. El espíritu universitario de Santiago contagia alegría y vitalidad. Los 33.000 alumnos que cada año estudian en su Universidad dan a la ciudad este ambiente tan especial. No te pierdas la noche de Santiago, cuando los bares, pubs y discotecas abren sus puertas. La ciudad nunca duerme. Sus zonas de marcha son la mejor prueba, con numerosos locales y terrazas para un público de todo tipo.
Naturaleza...
Arte y cultura, pero también naturaleza. Santiago cuenta con numerosos parques y jardines. El verde intenso lo llena todo, no sólo en su interior, sino también en sus alrededores, donde te esperan montes y bosques en los que abunda la vegetación. Escenarios ideales en los que practicar numerosos deportes, como el senderismo, la pesca o el golf.
Una incesante agenda cultural. Santiago es un destino cultural no sólo gracias a su patrimonio monumental, sino también a su impresionante actividad durante todo el año: música, conferencias, teatro, cine, conciertos, exposiciones, festivales… Ocio y arte están siempre presentes, además de en los museos de la ciudad, en muchos otros escenarios.
Su carácter festivo...
Siente el espíritu festivo de la capital de Galicia. Celebraciones populares en las que la tradición y el folclore juegan un papel esencial. La música, el colorido, la danza y los juegos ocupan las plazas y calles en las fechas más señaladas. Pero por encima de todo, sobresalen las Fiestas del Apóstol Santiago, en el mes de julio, declaradas de Interés Turístico Internacional.
Puerta a Galicia...
Ven a Santiago y aprovecha para descubrir Galicia, una región fascinante al norte de España donde vas a desear volver. Aquí encontrarás playas, bosques mágicos, curiosas tradiciones, pueblos con encanto… Las rutas y caminos a seguir son muchos y muy variados. Te invitamos a descubrirlos.
LO QUE NO TE PUEDES PERDER… es la fiesta grande de Santiago de Compostela, disfrútala y no te pierdas tampoco el vuelo del Botafumeiro en la Catedral.
Y finalmente, sea por la inquietud cultural, los motivos espirituales, el afán aventurero o el reto personal que supone… lo cierto es que el Camino de Santiago es un modo original y diferente de hacer turismo, que aunque muchos no saben explicar la experiencia que viven, casi todos la quieren repetir…
Imagina que te puedes hospedar en un Castillo medieval del siglo XIV...
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